domingo, 26 de diciembre de 2010

Ma mélodie

Mientras debo explicarle a una enfermera cómo es el dolor que siento, me doy cuenta de que le explico la intensidad como si se tratara de una nota, aguda o grave. El dolor comenzó agudo, ahora se hace un poco más grave, pero no de índice gravedad sino de frecuencia.

De momentos espero que vuelva a vibrar en la frecuencia correcta.


No me considero un músico. Con suerte puedo afinar una guitarra sin la ayuda de un aparato afín. Puedo interpretar varios instrumentos, pero ninguno con el talento que siempre he admirado en mis amigos músicos. Vivo de las melodías. Podría decir entonces que soy un compositor de melodías.                               Simples melodías simples.


Tengo tres orificios artificialmente creados en mi cuerpo que han desentonado mi melodía personal, mi armonía.

¿Que acorde eres?

-- La teoría de cuerdas es un modelo fundamental de la física que básicamente asume que las partículas materiales aparentemente puntuales son en realidad "estados vibracionales" de un objeto extendido más básico llamado "cuerda" o "filamento" --. (Fuente: Wikipedia)





Cada uno posee una vibración y debemos mantenerla constante, no permitir que la superficialidad o el no respeto y poco cuidado arruine la vibración propia y la de los demás.

Ahora me preocupo de recuperar la propia, de que mi hija reconozca la suya y no interferir (y propiciar) la de mi compañera de vida.


¿Que acorde eres? 



(El título está en francés por que escucho BB Brunes)

viernes, 17 de diciembre de 2010

Lo que usted nunca puede olvidar sobre su trabajo


Si los rumores de despidos comienzan a rondar, si se siente inseguro o poco satisfecho, es tiempo de pensar en modificar la forma en que asume su trabajo. Con ciertas dosis de ironía pero, sobre todo, con una visión descarnada, Joe Calloway, Alain de Botton y Larry Winget -tres sicólogos estadounidenses y autores de diversos libros sobre el tema- entregan algunos  consejos que dan para meditar.


El trabajo no hace la felicidad
Jamás trate de buscar felicidad en el trabajo. A lo que debe aspirar es a la excelencia. Según Alain de Botton, autor de Los placeres y tristezas del trabajo, las nuevas generaciones creen que si no se sienten satisfechas con lo que hacen, es porque algo está mal. Una idea que -asegura- es bastante reciente en la historia humana: "Aristóteles estableció que nadie puede ser libre y a la vez estar obligado a ganarse la vida. Mantener un trabajo, cualquier trabajo, se acerca a la esclavitud y le niega al hombre la posibilidad de alcanzar la grandeza". Algo que cambió en el siglo 18, con los nuevos pensadores.
Larry Winget, autor del libro Se llama trabajo por una razón, es más irónico al respecto: "¿Alguna vez tu liquidación de sueldo ha dicho, en la letra chica, 'te mereces este dinero por ser tan condenadamente feliz'? No. Te pagan por trabajar. Los empleadores han sido tan culpables como los empleados de promover la idea de que debemos encontrar la satisfacción y la pasión. Conozco gente que es apasionadamente incompetente".
Ser disconforme es positivo
Sentirse disconforme es un elemento clave para progresar. Winget lo explica: "El malestar es una oportunidad. Es de donde proviene el cambio. Cuando nos sentimos cómodos con nuestros trabajos, no cambiamos ni crecemos. Eso nos pone en riesgo. Un buen comienzo es preguntarse: ¿estoy preparado para irme de este trabajo o perderlo? Ahí está tu punto de partida.
Distancia con su empleador
"Negocios son negocios". Según Winget, nunca tres palabras han encerrado tanta verdad. Por eso, jamás establezca una cercanía emocional con su empleador, porque -dice Winget- una empresa nunca le devolverá ese cariño: "Las empresas no existen para mantener a las personas seguras en sus trabajos ni para serles leales. Las empresas existen para ser rentables. Eso es todo. A muchos jefes les encanta decir 'Mis empleados me importan'. No es cierto. Lo que les importa a los jefes es hacer dinero, porque si no, pierden sus trabajos". Además, si se mantiene el desapego, un despido no será tan traumático y le permitirá buscar trabajo más rápidamente.
Pierde tu ego
La primera pregunta que cualquiera de nosotros suele hacer cuando conoce a alguien es "¿a qué te dedicas?". Tenemos integrado que las personas se definen por lo que hacen. Pero ese es uno de los principales errores que se cometen. De Botton asegura que "sólo somos personas con un conjunto de habilidades". Comprender eso nos dará la flexibilidad necesaria para cambiar cuando cambiamos de trabajo.
Winget coincide: "A nadie le importa lo que solías hacer. Hace poco iba en un taxi y el chofer se quejaba de su situación. '¡Soy ingeniero!', me decía. Ahí fue cuando le dije: 'De hecho, no lo eres. En este momento eres un chofer de taxi, así que empieza a ser un mejor chofer y así te darán más propinas. Mucha gente deja que sus egos se interpongan en el camino y buscan desesperadamente lo que han tenido en el pasado". ¿Qué pasaría, se pregunta Winget, si ese chofer usara su trabajo como una red y hablara con los pasajeros de otros temas en vez de quejarse? "Nunca se sabe con quién puedes estar hablando", dice.
No pierdas tus contactos
No importa si se siente a gusto en su trabajo y no tiene ningún plan para abandonarlo. Aún así, es fundamental que mantenga actualizada su lista de contactos. "No puedo imaginarme algo más importante que una red de personas a las que inmediatamente puedas acudir, incluso si planeas quedarte para siempre en tu empleo. ¿Con cuántas personas nos cruzamos y no les preguntamos su e-mail? Si alguien que conoces se va a otra compañía, ponte en contacto para felicitarlo y ponerte al día. Es un mail o llamada telefónica breve, amistosa. Destina cinco minutos diarios para hacer esto. No cometas errores: tu carrera depende de eso", dice Calloway.


Fuente: La Tercera