miércoles, 14 de diciembre de 2011

La solucionática de la problemática situacionalítica


Durante mucho tiempo me negué a pensar que los problemas no tenían solución. Cedí y entregué todo lo que pude intentando sostener lo insostenible. Sólo por mi negativa a dejarme caer por algo que llamaba problema.

Hasta que un día, un amigo, uno de aquellos que dan muy buenos consejos, me hizo entender que lo que yo veía como un problema, era un situación. La problemática debía quedar atrás. Cuando todo es un problema, a todo le buscas solución.

Eso cansa... y mata.

Así paso de amargarme por tratar de solucionar algo, a entenderlo y vivirlo como lo que es, una situación que se generó por diferentes motivos, donde hay responsables y no culpables.

Hace muchos años atrás, diferentes motivos (de los cuales soy en parte responsable), provocaron un quiebre. El día de hoy, esa situación tendrá la oportunidad de ser revertida. Y si bien no volverá el tiempo atrás, sí cerrará un ciclo que quedó inconcluso.




Hoy, jueves 15 de diciembre del 2011, Yupisatam dirá adiós en la Sala SCD Vespucio.

sábado, 23 de julio de 2011

Vocación perdida


La frustración creciente y que se manifiesta con las numerosas marchas de estudiantes de todo el país me ha hecho reflexionar sobre el origen de aquella frustración. Piden igualdad y educación de calidad. Para mi el problema va más allá, es más antiguo y profundo.



El Capitalismo nos obliga a vivir en un sistema de compra y venta. Debemos generar recursos para vivir trabajando en cargos que le sean útiles al mismo sistema. Ahí radica el problema, porque el poeta, el pintor, el músico e incluso el filósofo no son los cargos modelo para el sistema. Son bichos raros, impensados e imposibilitados de compararse con un abogado, ingeniero u otro.

Los sueños de niñez, los talentos artísticos y no artísticos, las habilidades que se escapan de lo normado por las escuelas regidas por un modelo absolutamente antiguo y atrasado. Nada de eso le sirve al sistema.

¿Que puede ser más frustrante que vivir y sobrevivir realizando un trabajo que no se acerca a lo que deseamos hacer cuando niños?

A todo esto se suma la desigualdad que le impide a un obrero obtener acceso a cultura y entretención más compleja o satisfactoria que la parrilla televisiva.

Incentivar los talentos y gustos de los niños mas que equilibrar sus capacidades nos permitirá que se desarrollen como personas felices e integras y no como seres frustrados desesperados por conseguir un éxito que no es para ellos, sino para el sistema.




Rodrigo Subiabre Cantin.

miércoles, 4 de mayo de 2011

Cómo criar hijos delincuentes

Este era el contenido de un ppt que llegó a mi correo:


La policía de Houston, Texas, distribuyó un curioso y acertado panfleto titulado:
“Cómo criar hijos delincuentes.”
 
El contenido decía lo siguiente:


1.       Déle a su hijo todo lo que pida. De esta manera su hijo crecerá pensando que tiene derecho a obtener todo lo que desea.
2.       Ríase cuando su hijo diga malas palabras. De esta manera su hijo crecerá pensando que el vocabulario soez divierte a la gente y se esforzará por incrementar su repertorio de malas palabras.
3.       Jamás oriente a su hijo en el área espiritual. Deje que cuando sea adulto él decida lo que quiera creer. No reprenda y no discipline a su hijo por su mal comportamiento, “podría dañar su autoestima”. De esta manera su hijo crecerá pensando que no existen reglas en la sociedad.
4.       Recoja todo lo que su hijo desordena. De esta manera su hijo crecerá creyendo que otros deben hacerse cargo de sus responsabilidades.
5.       Permítale ver cualquier programa en la televisión. De esta manera su hijo crecerá con una mentalidad “abierta y desinhibida”.
6.       Peléense delante de sus hijos. De esta manera, sus hijos no se sorprenderán cuando tengan que divorciarse. (Además crecerán con mucha rabia dentro de ellos)
7.       Dé a su hijo todo el dinero que pida. De esta manera su hijo crecerá pensando que obtener dinero es fácil y no dudará en robar para conseguirlo.


“Siguiendo estas instrucciones le garantizamos que su hijo será un delincuente y nosotros tendremos una celda lista para él”

viernes, 29 de abril de 2011

Will Wright, creador de Los Sims

La clave de los juegos educacionales, según Wright, es apuntar hacia la motivación, logrando una educación más efectiva.

Fuente: http://kotaku.com/5315098/will-wright-talks-educational-gaming-funny-money

viernes, 8 de abril de 2011

El Temblor Parental

Uno de los momentos más complejos respecto de la parentalidad, a mi parecer, es el  momento en que nos encontramos cara a cara con un pequeño ser que pone a prueba nuestras más profundas creencias y prejuicios. En ocasiones decimos “no hagas eso o aquello”. Decimos tantas veces la palabra “No” que su nombre pasa de, por ejemplo, María a Mariano: “María, no” “¡María no!” ¡Mariano!”. Cuántas veces decimos No, y ante su mirada atónita pero inquisidora nos preguntan “¿porqué no?” y respondemos con un simple “Por que yo lo digo”. ¿Qué sentiríamos si cómo adultos se nos dijera que no podemos hacer algo sin una debida explicación?. Esa frustración que se genera en nosotros, también sucede en un niño.


Pero qué sucede cuando pensamos en el porqué de que aquella negación, de dónde vienen esos No. Pensemos un segundo antes de exclamar, ¿es tan terrible lo que está haciendo? ¿está poniendo en riesgo su vida?

Muchos de nuestros miedos, aprensiones y métodos parentales provienen de nuestros mismos padres, y los de ellos de los anteriores y asi sucesivamente. El tiempo va moldeando los estilos, pero siempre hay un resabio de tiempos inmemoriales, donde los niños eran considerados “pequeños adultos”

No los deje confundir lo que escribo con un “dejar hacer”, sino con un “dejar jugar”. Del laissez-faire al laisser jouer. Los niños son niños para jugar, y para aprender, por tanto, para “aprender jugando”. No les quitemos sus deseos de jugar y explorar el mundo con nuestros problemas, que son sólo nuestro, no de ellos.

Pasemos del No, al “¿y si mejor haces esto?”, o simplemente explicarle que si hace lo que desea, podría tener una consecuencia para él u otra persona. Creo que convendrán conmigo en que si lo pensamos bien, más de la mitad de nuestras negaciones no tienen fundamento, y las que tengan deben ser explicadas.


Los niños no son tontos, son niños. Dejémoslos jugar.