lunes, 7 de julio de 2014

La pequeña muerte diaria



Soñé que moría... que me mataban. 

Me llevaban a un sitio donde habían muchos cuerpos en el suelo. Me dejaban de pie y en tercera persona veía que me pegaban una patada en la nuca. Caía junto a los cientos de muertos. 

Quedaba mirando el cielo y esperaba la muerte. Veía la luna. El tiempo ya no transcurría de la misma forma. Aparecían unos gusanos enormes que devoraban los cuerpos. Pero también había algo dentro de ellos que los carcomía. 



Mientras miraba la luna sentía como mi cuerpo se alejaba, y perdía el control y las sensaciones.

Admito que me gustó. Es como cuando me estoy durmiendo y siento como bajo o subo (no siempre es igual), dejando mi cuerpo.

Dicen que el orgasmo es una pequeña muerte. Creo que el dormir es lo mismo. Una pequeña muerte cada día. Una pequeña muerte donde volvemos a unirnos al cosmos.