sábado, 26 de octubre de 2019

Los alienigenas

“Invasión alienígena”. No es fortuito que Cecilia Morel haya utilizado esa frase, sino que es el verdadero significado de nuestra sociedad dividida, desigual e injusta. Estamos alienados. Por un lado la élite, los súper ricos, la clase política. Por el otro lado el pueblo. Y no nos encontramos. ¿Vieron a Erika Olivera? Ella se alienó. Pero para ella ahora nosotros somos los aliens. No importa de qué lado estés, siempre al otro lado estarán los que no conoces y no entiendes, porque vivimos realidades diferentes y no hay voluntad de comprender y empatizar con el otro. Repito: no nos encontramos.


No son los los privilegios, querida, es la empatía, algo inmaterial que puede ser más poderoso que cualquier empresa y que puede cambiar para siempre nuestra sociedad.
No por nada la gran mayoría de las películas de alienígenas son amenazantes y terminan con destrucción, porque despreciamos / tememos a lo que no entendemos. Y para allá vamos... ojalá el final de este conflicto no sea como la mayoría de las películas.

El síntoma

El problema no son las protestas, el problema es el origen. El gobierno con su estado de emergencia demuestra algo clásico de nuestra cultura: atacar el síntoma y no el origen. Todo se arregla con parches pero no hay nada de fondo. ¿Por qué? Porque es más fácil, es inmediato. Nos enfermamos por la contaminación, por la mala alimentación, por el estrés, etc... pero claro, es más fácil tomarse una píldora que hacer la pega de fondo.
La desolación del día de hoy solo es el síntoma visible de una enfermedad social llamada desigualdad.



¿Te parece violento el fuego y los destrozos? Lo son. ¿Y que tan violento te parecen las 9.724 personas que murieron esperando ser atendidos durante el año 2018 en la atención de salud pública? ¿El alza continua de la electricidad por un servicio que falla ante lluvia y viento? ¿El manejo de nuestras pensiones a cargo de las AFP que entregan un monto que no permite sobrevivir sin endeudarse y donde las pérdidas no las asumen ellos sino nosotros? La lista podría seguir... el agua, la impunidad, piñera evadiendo contribuciones... uffff.
¿Te sigue pareciendo violento lo que ocurrió ayer?
Si lees esto y crees que a ti no te afectan estas cosas, estás muy equivocad@, la sociedad la hacemos todos y lo que afecta a uno, nos afecta a todos.

lunes, 8 de octubre de 2018

Tu propio Luisito Rey



Cuando realizamos una elección, jamás es al azar. Así como no podemos evitar percibir basados en nuestras creencias, intereses y experiencias. 

Para mi cumpleaños elegí una piñata de Luisito Rey. Me pareció cómico. Pero luego de unos días (y semanas) en las que por temas meteorológicos no pude celebrar, me puse a pensar en el significado de este personaje en la historia que había visto en la serie "Luis Miguel" y cómo podría encontrar un significado de él en mi vida.

Luisito Rey es el estereotipo de un padre que explota a su hijo y vive la fama que no tuvo a través de él. No entraré en detalles de la historia más o menos conocida, pero a mi parecer él es el verdadero protagonista. 


Si bien puede o no gustarte Luis Miguel, su carrera ha sido muy exitosa, y quien provocó esto no fue su talento (que lo tiene) sino el mismo padre explotador. Si no fuera por su perseverancia que rayaba y traspasaba el abuso, Luis Miguel podría haber sido uno más del montón, un Montaner o Cristián Castro cualquiera (tatuaje de Tool incluido).

¿Es esto una apología a la explotación infantil? todo lo contrario. Es una forma de ver que en nuestra vida siempre necesitaremos un Luisito Rey que nos lleve más allá de nuestras expectativas y que explote nuestros límites. Y no me refiero a una persona solamente. Puede ser una enfermedad, una situación bélica o ambiental. Cualquier cosa que nos ponga a prueba. "Lo que no te mata te hace más fuerte" (resiliencia mediante). 

Las cosas malas son malas porque nos hacen sentir mal, ¿pero y si el resultado es bueno? 

miércoles, 19 de septiembre de 2018

Late bloomer (o cómo resignificar la llegada de los 40s)



El término "late bloomer" (al que podría traducir como florescencia tardía), hace referencia a una persona que se ha desarrollado más tarde de lo que se espera estadísticamente. 

En todos los ámbitos, culturales, artísticos, políticos, educacionales, etc., existen personas que han comenzado o llegado a un punto culmine en una edad mayor a la esperada. Leonard Cohen, Alan Rickman, Bryan Craston, JK Rowling y muchos muchos más.



Pero más allá de la calidad en su oficio, es la parte estadística la que juega un papel preponderante cuando hablamos de un late bloomer. A los seres humanos nos encanta, por muy odioso y poco útil que sea, compararnos. Entonces vemos que si el vecino que tiene 25 años ya posee un negocio y un auto más moderno, nos sentimos menos. O que si el hijo de tal aprendió a leer antes de tiempo, lo felicitamos y comparamos con los infantes propios o conocidos. Pobre de ellos. 

El problema de esto es que finamente se juega contra un promedio, una comparación que no aporta nada, sobre todo al entender que el desarrollo  cuanto a los "logros" de la vida, esos no están escritos más que en una sociedad odiosamente comparadora. 

Seguramente te has comparado antes. Todos lo hemos hecho. Y lo más probable es que saliste "perdiendo". O si te sentiste "ganador", luego viste o te enteraste que otra persona te llevaba una ventaja insalvable. ¡Bienvenida frustración! 




¿Cuál es la gracia entonces del late bloomer? que intencionalmente o no, ha esperado más tiempo para llevar a cabo sus ideas, proyectos o lo que sea. Quizás no tuvo los recursos antes; tiempo, dinero, o la madurez necesaria. Pero eso no importa, porque tampoco se compara ni se frustra por llevar la vida a su ritmo. El ritmo de tu vida es tu propio ritmo, no el de la sociedad, no es el de tus padres, ni de tus hermanos, conocidos ni amigos. 



Si te vas a comparar, hazlo contra ti. ¿Llevas 10 años cometiendo los mismo errores? bueno, hay algo ahí compañero que debes revisar.


martes, 4 de septiembre de 2018

7 Peligros de la pista lenta


Ok, estás en la pista lenta. No gastas mucho ya que estás (si puedes) ahorrando. Todo es para mañana, para un futuro mejor.

¿Te cuento algo? no es un buen negocio. Mira cuáles son los peligros de la pista lenta.


  1. Salud. Debes vivir lo suficiente para disfrutar de tus ahorros.
  2. Trabajo. Debes trabajar en un lugar en el cual puedas ascender.
  3. Hogar. Las bienes raíces como inversión pueden sonar bien, pero puede desplomarse su valor.
  4. Compañías. Trabajo, pensión o inversión... las compañías siempre pueden quebrar.
  5. Estilo de vida. Deberás controlar tus tentaciones. Fome.
  6. Economía. La recesión o depresión económica puede afectar los ahorros o inversiones.
  7. La vereda. La frustración puede hacer que la persona vuelva a transitar por la vereda, dilapidando sus ahorros.


domingo, 24 de junio de 2018

¿Por donde avanzas?



Según M.J. De Marco, económicamente uno puede transitar a través de tres instancias: la vereda, la pista lenta, y la pista rápida.

Las personas que transitan por la vereda son quienes gastan su dinero hoy. Para ellos no hay futuro. "La vida se vive ahora". Obviamente es un plan destinado al fracaso.

Quienes transitan por la pista lenta no gastan, ahorran y tienen visión de futuro. Cuidan para el mañana. ¿Por qué podría ser esto una mala idea? Simplemente porque cuando ya estás listo para disfrutar tu dinero, no tienes la energía suficiente para hacerlo y los peligros de la pista lenta.

La riqueza se encuentra en la pista rápida, y eso iré abordando en los próximos posteos.




martes, 22 de mayo de 2018

Responsabilidad... y algo más.

¿Hacerse cargo? ¿o hacerse responsable?

Cuando se cometen errores, se solucionan. Bueno, no siempre. Pero es lo ideal. Y lo usual es que la persona que haya estado involucrado deba cargar con la solución.

Existe en inglés el verbo "accountability" que se podría traducir al español como: hacerse cargo.

Que importante es esta falta de traducción, o quizás falta de "hacerse cargo" de nuestros errores e incluso aciertos.

Podemos asumir responsabilidades, pero eso no quiere decir que remediemos y tomemos acción.
¿Cuántas veces no hemos visto políticos hacerse responsable pero no realizar ninguna acción más que lamentarlo y a lo más dar un paso al costado?

Hace un par de meses, en un local de Starbucks hubo un incidente de discriminación. Con el revuelo que se generó, el CEO de Starbucks entregó declaraciones y no se quedó ahí... cerró todas las tiendas en EEUU para capacitar a todos los empleados sobre temas raciales. Eso es hacerse cargo.
http://samsilverstein.com/18/04/2018/blog/starbucks-ceo-kevin-johnson-knows-accountability/

Acá vemos un claro ejemplo de cómo el lenguaje y la cultura influencian la conducta y el pensamiento. En nuestra política vemos a muchos aceptar la culpa y la responsabilidad, pero no llegan a la acción.

¿Somos capaces de hacernos cargo o sólo nos hacemos responsables?

Tomemos el volante, no dejemos que otros manejen por nosotros.

*Inspirado en "The millionaire fastlane" de MJ De Marco.
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