viernes, 29 de abril de 2011

Will Wright, creador de Los Sims

La clave de los juegos educacionales, según Wright, es apuntar hacia la motivación, logrando una educación más efectiva.

Fuente: http://kotaku.com/5315098/will-wright-talks-educational-gaming-funny-money

viernes, 8 de abril de 2011

El Temblor Parental

Uno de los momentos más complejos respecto de la parentalidad, a mi parecer, es el  momento en que nos encontramos cara a cara con un pequeño ser que pone a prueba nuestras más profundas creencias y prejuicios. En ocasiones decimos “no hagas eso o aquello”. Decimos tantas veces la palabra “No” que su nombre pasa de, por ejemplo, María a Mariano: “María, no” “¡María no!” ¡Mariano!”. Cuántas veces decimos No, y ante su mirada atónita pero inquisidora nos preguntan “¿porqué no?” y respondemos con un simple “Por que yo lo digo”. ¿Qué sentiríamos si cómo adultos se nos dijera que no podemos hacer algo sin una debida explicación?. Esa frustración que se genera en nosotros, también sucede en un niño.


Pero qué sucede cuando pensamos en el porqué de que aquella negación, de dónde vienen esos No. Pensemos un segundo antes de exclamar, ¿es tan terrible lo que está haciendo? ¿está poniendo en riesgo su vida?

Muchos de nuestros miedos, aprensiones y métodos parentales provienen de nuestros mismos padres, y los de ellos de los anteriores y asi sucesivamente. El tiempo va moldeando los estilos, pero siempre hay un resabio de tiempos inmemoriales, donde los niños eran considerados “pequeños adultos”

No los deje confundir lo que escribo con un “dejar hacer”, sino con un “dejar jugar”. Del laissez-faire al laisser jouer. Los niños son niños para jugar, y para aprender, por tanto, para “aprender jugando”. No les quitemos sus deseos de jugar y explorar el mundo con nuestros problemas, que son sólo nuestro, no de ellos.

Pasemos del No, al “¿y si mejor haces esto?”, o simplemente explicarle que si hace lo que desea, podría tener una consecuencia para él u otra persona. Creo que convendrán conmigo en que si lo pensamos bien, más de la mitad de nuestras negaciones no tienen fundamento, y las que tengan deben ser explicadas.


Los niños no son tontos, son niños. Dejémoslos jugar.